mentiras piadosas

La dependienta se ha marchado por una talla mas y ella se ha quedado sola. Cuando se mira al espejo todavia tiene la sonrisa en los labios. La sonrisa estaba dedicada al diminutivo que uso la dependienta. Dijo: "una talla mas" y eulalia bromeo sobre esos kilitos de mas como si no importaran, como si ella estuviera por encima de estas o de otras vulgaridades. Pero ahora que se quedado sola la sonrisa pierde todo el sentido porque eulalia se encuentra ante lo que realmente piensa. Piensa que la dependienta ha usado el diminutivo con la inteligencia que tienen los sitios caros para borrar los evidentes defectos de sus clientas, y asi poder tener el placer de venderles muchas piezas de ropa que a lo mejor jamas usaran. Porque las dependientas saben que mujeres como eulalia tienen dinero suficiente para comprar cosas que nunca usaran, y que van a esos lugares, con la esperanza de escuhar lo que decean escuchar. y como eulalia, hay muchos en el mundo, viviendo de mentiras y siendo felices a media. solo hasta que la puerta se cierra, o la dependienta se va. mirarse en el espejo, es el mejor regalo para el alma. a veces le digo a mis amigas, los espejos no mienten, y ellas se rien y piensan que estoy hablando de edad, o las arrugas que se vamos añadiendo a los dias vividos. me gustaria tanto tener el tiempo de explicarles, que el espejo muestra mas alla de eso, y que debemos concentrarnos frente a el y mirar mas alla de lo que reflejamos. ayer eulalia fue de compras, y hoy decidio que creer esas mentiritas solo hacia bonito su dia, y seguiria yendo para escucharlas. ayer yo tambien necesitaba una de esas mentiritas, para hoy seguir creyendo fervientemente, en lo que no vi en el el espejo esta mañana. porque a veces la realidad es muy cruel. solo te hiba a costar dos minutos devolverte del Highway. y no era solo una empanadita de yuca de la calle, que costaba un dollar, era la felicidad que sintio eulalia con sus kilitos de mas al oir la mentirita.